"Baal, Tambores en la noche, En la jungla de las ciudades" es una obra que reúne tres de las primeras piezas teatrales de Bertolt Brecht, escritas entre 1918 y 1924, un período marcado por la devastación de la Primera Guerra Mundial y sus repercusiones sociopolíticas. Este volumen, que forma parte del "Teatro completo" del autor, ofrece una mirada crítica y una experimentación distintiva con el teatro épico, característicos de Brecht, quien busca desvincular al espectador de la emoción directa y fomentar una reflexión crítica ante los sucesos representados.
La primera obra, "Baal", nos introduce en el mundo caótico y hedonista de su protagonista homónimo, un poeta amoral que desafía las convenciones sociales en una búsqueda desenfrenada de placeres. A través de Baal, Brecht explora temas como la creatividad desbordada y las consecuencias de vivir sin ataduras morales, todo entrelazado con una crítica a la burguesía y sus valores.
En "Tambores en la noche", la acción se sitúa en el contexto de la revuelta espartaquista de 1919 en Alemania, un levantamiento comunista fallido que es el telón de fondo para una historia personal de amor y desilusión. La obra sigue a Andreas Kragler, un soldado que regresa del frente para descubrir que su prometida ha sido prometida a otro hombre por conveniencias familiares y económicas. La lucha entre el deseo personal y el caos político sirve para cuestionar la integridad y los sacrificios en tiempos de turbulencia.
Finalmente, "En la jungla de las ciudades" se aleja del contexto bélico y se centra en la lucha entre dos hombres, Shlink y Garga, en una Chicago abstracta y casi apocalíptica. Este enfrentamiento, cargado de odio y destrucción mutua, simboliza la brutalidad y la alienación de la vida moderna en las grandes urbes. Brecht utiliza esta rivalidad para examinar temas como el capitalismo, la identidad y la supervivencia en una sociedad cada vez más deshumanizada.
Estas obras, traducidas por Miguel Sáenz y publicadas por Alianza Editorial, no solo son fundamentales para entender el desarrollo del teatro moderno, sino que también son un reflejo de la aguda observación de Brecht sobre la condición humana y las estructuras sociales de su tiempo. A través de estos dramas, Brecht no solo entretiene, sino que también invita al espectador a adoptar una postura crítica frente a la realidad representada, haciendo de su teatro una herramienta de análisis y cambio social.