'El Giocondo' de Francisco Umbral es una novela que nos sumerge en la vibrante y a menudo melancólica vida nocturna de Madrid, a través de los ojos de su protagonista, un adolescente conocido como el Giocondo. Este joven, descrito con la gracia y agilidad de una gacela, recorre las calles de la capital española en busca de un amor auténtico que parece siempre esquivo. Con cada paso, se enfrenta a un mundo lleno de suspiros y silencios, donde sus conquistas son a menudo vacías y efímeras.
El Giocondo se encuentra rodeado de un elenco de personajes que enriquecen y complican su búsqueda. Poetas nocturnos, similares a búhos que observan y reflexionan en la penumbra, le acompañan en su travesía. A su lado también están actrices lesbianas, cuya tristeza parece calcada en cada gesto, y efebos que ofrecen sonrisas a cambio de una moneda. También aparecen camioneros robustos en la Puerta de Toledo, un lugar que en ese entonces era el mercado central de pescado, lleno de vida y actividad.
La prosa de Umbral brilla con su característica levedad y lirismo. Con un estilo dulcemente bello, el autor logra capturar la esencia de una época y un lugar que ya no existen. Nos lleva a escenarios como El Lawrence o el Bus, locales míticos que han cambiado o desaparecido con el tiempo. A través de su pluma, también revivimos la chocolatería del Pasaje de San Ginés, un refugio aún existente que sigue siendo testigo de la fauna nocturna de Madrid, justo cuando el día comienza a despuntar.
La narrativa de 'El Giocondo' está enriquecida por analepsias habilidosamente manejadas que nos ofrecen una comprensión más profunda de los personajes y sus motivaciones. Umbral consigue que el lector se sienta atrapado por la historia y sus protagonistas, llevándonos de la mano hasta el desenlace. Esta obra es una invitación a explorar las sombras y luces de la noche madrileña, a través de una prosa que no solo nos narra, sino que también nos hace sentir cada emoción y susurro del viento nocturno. Es una lectura que promete no defraudar, especialmente para aquellos que buscan una inmersión en la belleza melancólica de una ciudad y su gente.