"El manuscrito carmesí", obra maestra de Antonio Gala, nos sumerge en la tumultuosa vida de Boabdil, el último sultán nazarí de Granada. A través de una serie de manuscritos encontrados en 1931, escritos en papel carmesí por la Cancillería de la Alhambra, Boabdil nos relata su vida desde una perspectiva íntima y personal. La novela, que ganó el Premio Planeta en 1990, ofrece una visión revisionista y compasiva del sultán, a menudo descrito por la historiografía tradicional como un líder débil y cobarde.
La trama se despliega revelando la complejidad de las relaciones familiares y políticas en la corte de Granada. La madre de Boabdil, la sultana Aixa, es una figura dominante y ambiciosa, decidida a mantener el poder a cualquier costo, enfrentándose a Soraya, la prisionera cristiana convertida en segunda esposa de su marido. Esta lucha interna se ve agravada por las presiones externas de la creciente amenaza de los Reyes Católicos, que finalmente culminará en la conocida entrega de las llaves de Granada en 1492, evento que marca el fin del dominio islámico en la península ibérica.
Dentro de este entorno de intriga y conflicto, Boabdil es retratado como un hombre de cultura y principios, más inclinado a la paz que a la guerra, cuya vida personal también está marcada por relaciones profundas y complejas, especialmente con su esposa Moraima y su amante Farax. La historia también destaca la presencia de figuras como el Zagal, tío de Boabdil, y su hermano Yusuf, añadiendo capas de lealtad y traición a la narrativa.
Antonio Gala, en su prólogo, nos advierte sobre la subjetividad potencial del manuscrito y las modificaciones hechas para adaptar la historia a un público contemporáneo, lo que no solo añade una capa de autenticidad sino que también invita a reflexionar sobre la veracidad y la interpretación histórica. "El manuscrito carmesí" no solo es una exploración de un personaje histórico malinterpretado, sino también un comentario sobre la confrontación de culturas y la complejidad de la identidad religiosa y política en un momento crucial de la historia de España.
En su conjunto, esta novela no solo reconstruye un mundo perdido en el tiempo sino que también plantea preguntas universales sobre el poder, la familia y la identidad. Con una prosa rica y evocadora, Gala nos ofrece una ventana a un pasado lejano, lleno de color y conflicto, donde los destinos de un hombre y un reino están inextricablemente entrelazados.