"Esperando a Godot" es una obra de teatro del absurdo escrita por Samuel Beckett, que se estrenó en 1953 en el Theatre de Babylone en París. Ambientada en una localización indefinida y en un tiempo incierto, la obra sigue a dos personajes centrales, Vladimir (Didi) y Estragon (Gogo), dos vagabundos que esperan junto a un camino desolado, cerca de un árbol solitario, la llegada de alguien llamado Godot.
La narrativa de la obra se desarrolla en dos actos, ambos marcados por la espera continuada y sin éxito de Godot, que nunca llega ni se explica quién es o por qué es tan importante para los protagonistas. Mientras esperan, Vladimir y Estragon pasan el tiempo conversando, discutiendo y reflexionando sobre sus vidas y recuerdos, aunque a menudo parecen olvidar eventos recientes y sumirse en un ciclo repetitivo de comportamiento y diálogo.
Durante su espera, son visitados por Pozzo y Lucky, otros dos personajes que añaden una dinámica de poder y dependencia. Pozzo, un hombre autoritario que se declara propietario de la tierra, lleva consigo a Lucky, su esclavo, a quien trata de manera despectiva y manipula a su antojo. En el primer acto, Pozzo se muestra dominante y locuaz, mientras que Lucky ejecuta órdenes sin protestar. Sin embargo, en el segundo acto, la situación cambia drásticamente: Pozzo está ciego y Lucky mudo, simbolizando quizás la pérdida inevitable de control y comunicación.
Entre las apariciones de Pozzo y Lucky, un muchacho llega en ambos actos para informar a Vladimir y Estragon que Godot no vendrá ese día, pero promete su llegada para el día siguiente. A través de estos intercambios, se revela que el muchacho tiene un hermano que es castigado por Godot, añadiendo una capa de misterio y posible temor hacia este personaje nunca visto.
La obra culmina en una escena que resalta su naturaleza absurda y cíclica. A pesar de decidir irse, Vladimir y Estragon terminan sin moverse, atrapados en la inacción y posiblemente en la aceptación de su situación. "Esperando a Godot" explora temas de existencialismo, la futilidad de la vida y la naturaleza ilusoria de la esperanza y el tiempo, dejando a los espectadores con más preguntas que respuestas sobre la vida, el compromiso y la existencia.