En "La caja de botones de Gwendy", una novela de terror coescrita por Stephen King y Richard Chizmar, nos adentramos en el pequeño y misterioso pueblo de Castle Rock, Maine, en el verano de 1974. La historia sigue a Gwendy Peterson, una niña de doce años que, en su intento diario de perder peso, asciende las agotadoras Escaleras de los Suicidios. Un día, al alcanzar la cima, un enigmático hombre vestido de negro, que se presenta como Richard Farris, la llama desde un banco en la sombra.
Farris entrega a Gwendy una peculiar caja con botones coloridos y palancas que dispensan chocolates y monedas. A pesar de las advertencias de no presionar los botones rojo y negro, la tentación y el misterio envuelven la caja. A medida que Gwendy se encariña con su nuevo objeto, su vida comienza a mejorar drásticamente: pierde peso, sus calificaciones escolares mejoran, y la armonía regresa a su hogar. Sin embargo, con estos cambios positivos también surge una oscura tentación y amenazas crecientes, incluyendo la presencia de un joven acosador.
La tranquilidad de Gwendy se ve interrumpida por la creciente curiosidad sobre la verdadera naturaleza de la caja y sus botones. A medida que los eventos se vuelven más extraños y peligrosos, la niña se da cuenta de que la caja podría tener poderes que van más allá de lo imaginable, y que Farris podría no ser quien dice ser. La lucha interna de Gwendy por mantener su vida sin afectar a otros se convierte en el núcleo de esta inquietante novela.
"La caja de botones de Gwendy" no solo es una historia sobre el crecimiento y los desafíos de la adolescencia, sino también una exploración del bien y el mal, y de cómo las decisiones pueden tener consecuencias que alteran la vida. Con una atmósfera densa y un ritmo que mantiene al lector en vilo, esta colaboración entre King y Chizmar ofrece una narrativa compacta y emocionante que captura la esencia del horror y el suspense.
