En "La chica del cumpleaños" de Haruki Murakami, un relato corto e intenso, la realidad y el misterio se entrelazan sutilmente en la vida de una joven camarera que celebra su vigésimo cumpleaños de una manera poco convencional. Obligada a trabajar en su día especial, la protagonista, cuyo nombre nunca se revela, se enfrenta a una tarea inusual: llevar la cena al enigmático dueño del restaurante donde trabaja, un hombre al que nunca ha visto antes.
Este simple acto desencadena una serie de eventos y reflexiones que fluyen como en un sueño, sumergiendo al lector en un ambiente donde lo cotidiano roza lo surrealista. La narración se ve magníficamente acompañada por las ilustraciones de Kat Menschik, que añaden una dimensión visual al ya de por sí evocador texto de Murakami.
Además, el libro incluye un posfacio titulado "Mi cumpleaños", donde Murakami reflexiona sobre los hitos culturales de su generación y el significado personal de envejecer, ofreciendo un contexto más amplio que enriquece la experiencia de la historia principal. Este relato, inicialmente publicado en The Guardian en 2006, forma parte de la colección "Sauce ciego, mujer dormida" y ha sido reeditado por Tusquets con ilustraciones, siguiendo la tendencia de presentar los cuentos de Murakami de manera visualmente atractiva.
La trama principal, cargada de simbolismo, deja muchos elementos a la interpretación del lector, especialmente el deseo que la chica hace al misterioso propietario, cuya naturaleza exacta nunca se revela. Murakami juega con la idea de los deseos y las decisiones no formuladas, y cómo estas últimas pueden tener un impacto duradero en nuestras vidas, mucho más allá de los deseos explícitos que podríamos expresar. Al final, el relato no solo celebra el paso a la adultez de la protagonista, sino que también invita a reflexionar sobre las elecciones que todos hacemos y cómo estas nos definen.
"La chica del cumpleaños" es una obra que se disfruta rápidamente pero cuya resonancia es duradera, típica de la obra de Murakami, donde lo ordinario se convierte en el escenario de lo extraordinario. Cada lector encontrará en ella un espejo de sus propias interpretaciones y emociones, lo que hace de este libro una recomendación ineludible para los aficionados al autor y para aquellos que buscan literatura que desafíe la percepción de la realidad.