La mujer de treinta años es una obra maestra de Honoré de Balzac, que presenta un profundo estudio de la mujer madura del siglo XIX, explorando sus complejidades y desafíos en una sociedad burguesa que la condiciona y limita. Publicada por primera vez entre 1830 y 1844 como relatos independientes, esta novela fue posteriormente unificada para ofrecer una visión completa de las vicisitudes de su protagonista, Julie de Vandenesse, mientras busca la felicidad a lo largo de su vida.
La novela se estructura en seis partes bien diferenciadas que capturan las etapas cruciales de la vida de Julie: desde su juventud, pasando por un matrimonio desgraciado y su primer amor, hasta llegar a la desolación y soledad que la envuelven después. Posteriormente, la obra aborda un segundo amor platónico, el destino de su hijo, la rocambolesca historia de su hija mayor y, finalmente, la vejez de una madre que carga con un profundo sentimiento de culpa.
Balzac, quien se jactaba de entender el alma femenina como pocos, despliega en esta obra todo su talento literario, ofreciendo un retrato vívido de la sociedad parisina de la época. Con sus destellos de humor e ingenio, la novela profundiza en la psicología de sus personajes y en las circunstancias que los rodean, destacando la desafortunada posición de la mujer en la sociedad de entonces, cuya felicidad dependía en gran medida de la fortuna y de las personas a su alrededor.
La parte central de la novela, dedicada a la madurez de Julie, es particularmente significativa y realiza un elogio encendido de las virtudes de la mujer madura. La obra no solo narra el amor y el desamor, sino que también se adentra en la felicidad y la desolación, todo ello a través de la figura de Julie, que emerge como un personaje lleno de matices y profundidad.
A pesar de que la obra refleja el machismo de su época con frases que hoy pueden resultar controvertidas, como "La mujer no es nada sin amor" o "Emancipar a las mujeres es corromperlas", estas citas sirven como un espejo de los valores de su tiempo. La novela presenta un fiel reflejo de una sociedad diseñada por y para los hombres, donde la mujer ocupaba, a menudo, un lugar subordinado y sacrificado.
Las descripciones de Balzac, rápidas e impresionistas, son ejemplos de eficacia narrativa que capturan la esencia de una sociedad en transformación. La mujer de treinta años es una novela rica en recovecos, ideas y situaciones que describen admirablemente el amor y el desamor, con una protagonista cuyas vivencias se convierten en una verdadera montaña rusa emocional.