En "La maraña", Javier Maura Barandiaran nos sumerge en un complejo entramado de intriga y suspense, donde el crimen, el espionaje y el pasado no resuelto convergen en una red de eventos que desafían la lógica y el tiempo. Publicada por la editorial Algaida en 1997, esta novela se perfila como una obra a medio camino entre el thriller policíaco y la crónica periodística.
La trama se despliega en el contexto convulso del País Vasco y el sur de Francia, con la cúpula de ETA reunida en un enclave estratégico. Entre los protagonistas se encuentra un ex militante de la organización, quien, a pesar de haberse reinsertado en la vida civil, sigue acechado por los fantasmas de su pasado. El secuestro de un prominente empresario vizcaíno añade tensión a la narrativa, mientras una partida de billetes falsos, puesta en circulación por la propia Guardia Civil, teje un vínculo inesperado con un clan de narcotraficantes gallegos.
El autor, a través de una ingeniosa verosimilitud y una audaz imaginación, logra capturar al lector desde las primeras páginas con un ritmo narrativo febril. La ambientación de notoria actualidad refuerza el sentido de urgencia y peligro constante, haciendo de esta novela una lectura apasionante y absorbente.
Paralelamente, emerge una saga familiar marcada por tragedias y fenómenos sobrenaturales. La casa llamada La Maraña, donde se entrelazan épocas y heridas mal cerradas, alberga a seres de ultratumba: los Gatoniños, criaturas mitad gatos mitad niños, atrapados en un mismo cuerpo tras la muerte de José, un niño que falleció trágicamente al intentar volar. Su hermana Teresa, en su huida desesperada de la casa, busca la ayuda de su único hermano sobreviviente, Manuel, para liberarse de la maraña de cuentas pendientes.
Con su narrativa rica en matices y personajes intermedios, Maura Barandiaran ofrece una novela que no solo entretiene sino que también invita a la introspección, explorando los límites de la identidad y la memoria. "La maraña" es un testimonio del talento del autor para entrelazar géneros y realidades, manteniendo al lector al filo de la página hasta el desenlace final.