"Leporella" de Stefan Zweig, es una obra maestra de la narrativa corta que explora la complejidad de las emociones humanas y la tragedia de la obsesión. Este relato, escrito en 1929 y publicado en Francia en 1935, nos transporta a la Viena de principios del siglo XX, donde Crescencia, una mujer originaria del valle tirolés de Zillertal, se encuentra trabajando como criada en la casa de una pareja aristocrática.
La relación entre los aristócratas es fría y distante, marcada por la falta de amor, y Crescencia se encuentra atrapada en medio de esta tensión familiar sin prestarle demasiada atención. Su principal motivación es acumular suficiente dinero para asegurarse una vejez sin preocupaciones económicas. Su vida transcurre monótona, caracterizada por la ausencia de emociones visibles; nunca se la ve reír, y su existencia parece reducirse a la mera ejecución de sus tareas.
La narración toma un giro cuando, ante la ausencia temporal de la esposa, Crescencia comienza a desarrollar una relación más cercana con su patrón. Estos intercambios, inicialmente amistosos y formales, gradualmente se convierten en algo más significativo para Crescencia, quien empieza a dedicar un esfuerzo extremo en complacer a su amo. Sin embargo, el retorno inesperado de la esposa pone fin abruptamente a esta dinámica, sumiendo a Crescencia en un profundo dolor y desesperación.
El relato culmina en una tragedia que destaca la intensidad de la pasión no correspondida y el dolor que puede provocar la indiferencia. "Leporella" no solo es un estudio sobre la soledad y la obsesión, sino también una crítica a las estructuras sociales que dictan y limitan las vidas de los sirvientes y las mujeres en particular durante esta época. La habilidad de Zweig para capturar la psicología de sus personajes y su entorno es evidente, haciendo de este relato una lectura conmovedora y reflexiva.
Este cuento, junto con otros relatos de Zweig, ofrece una visión penetrante de la naturaleza humana y las complejidades de las relaciones interpersonales, consolidando a Stefan Zweig como uno de los grandes narradores de la literatura universal del siglo XX.