En "Los cuatro mandamientos de un periodista libre", Albert Camus nos ofrece una profunda reflexión sobre el periodismo y la libertad en tiempos de guerra, basada en un artículo que originalmente fue prohibido y que permaneció inédito hasta su descubrimiento en los Archivos Nacionales de Ultramar de Aix-en-Provence. Este texto, que iba a ser publicado el 25 de noviembre de 1939 en Le Soir Républicain, diario que Camus codirigía, destila la esencia de lo que significa ser un periodista comprometido con la verdad en un contexto de censura y manipulación mediática.
Camus articula su visión a través de cuatro mandamientos esenciales para el periodista libre: la lucidez, el rechazo, la ironía y la obstinación. La lucidez como un llamado a resistir el odio y la fatalidad, mirando los eventos con claridad y sin desesperanza. El rechazo, que implica una firme oposición a la deshonestidad y a la manipulación de la información, enfatizando la importancia de verificar la autenticidad de las noticias y de mantener la integridad personal y profesional. La ironía, utilizada como herramienta crítica frente a la absurdidad y la estupidez emergentes en tiempos de crisis. Y finalmente, la obstinación, que Camus ve como esencial para perseverar en la defensa de la verdad y la justicia, a pesar de los obstáculos que pueda imponer el poder o la censura.
El artículo no solo critica la situación de la prensa en la Francia de 1939, sometida a la censura y a la manipulación por parte de las autoridades, sino que también plantea una cuestión más profunda y personal: ¿cómo puede un periodista seguir siendo libre ante la supresión de las libertades? En este sentido, Camus argumenta que la libertad de prensa es una manifestación de la libertad en general, y que defenderla es esencial para ganar cualquier batalla, incluso una guerra.
"Los cuatro mandamientos de un periodista libre" es, por tanto, un llamado a la resistencia a través de la palabra y la pluma, y un recordatorio de que la integridad y la ética no deben ser subestimadas ni sacrificadas, incluso en los momentos más oscuros. Camus nos enseña que la libertad de prensa es fundamental para la salud de cualquier sociedad y que, incluso en condiciones de represión extrema, un verdadero periodista siempre busca la manera de ser libre y de ejercer su profesión con honor y responsabilidad.