Publicada por primera vez en 1888, "Los papeles de Aspern" de Henry James es una novela corta que explora los límites de la obsesión literaria y la ética en la investigación. Inspirada en una anécdota real, la obra toma como punto de partida la historia de un admirador ferviente del poeta Percy B. Shelley, transformándola en una búsqueda ficticia y literaria en el contexto de la romántica ciudad de Venecia.
La historia es narrada por un crítico literario cuyo nombre nunca se revela al lector. Este protagonista anónimo viaja a Venecia con el objetivo de obtener las cartas privadas que el célebre poeta estadounidense Jeffrey Aspern escribió a su musa, Juliana Bordereau. Tras el intento fallido de su colega, John Cumnor, de adquirir los documentos directamente, el narrador decide intentar otro enfoque. Ocultando sus verdaderas intenciones, se instala como huésped en el envejecido palazzo donde residen la anciana Juliana Bordereau y su sobrina Tita, a cambio de un generoso alquiler.
A medida que transcurre el verano, el narrador apenas logra avanzar en su misión. Sin embargo, mantiene múltiples encuentros con Tita, quien parece desarrollar un interés especial por él. La situación se complica cuando Juliana cae gravemente enferma tras un encuentro con el narrador, en el que este intenta acceder subrepticiamente a la habitación para encontrar los preciados papeles. Tras ser descubierto por la anciana, el narrador decide abandonar Venecia temporalmente.
A su regreso, descubre que Juliana ha fallecido. En este punto, Tita Bordereau le ofrece un retrato de Aspern y sugiere que existe una posibilidad de acceder a los documentos si él acepta casarse con ella. La reacción del narrador ante esta insinuación decepciona a Tita, quien finalmente decide destruir los papeles, privando al narrador de su ansiada recompensa.
La novela no solo plantea una búsqueda casi mágica de un tesoro literario, sino que también cuestiona la moralidad de la compulsión literaria y sus invasiones a la privacidad. A pesar de la importancia que el narrador otorga a los documentos de Aspern, el desenlace de la historia es anticlimático, obligándole a renunciar a su ambición. Así, James nos sumerge en un relato que combina la intriga y la reflexión sobre los límites éticos del deseo y la posesión literaria.