"Memorias eróticas: los cuerpos gloriosos" de Francisco Umbral es una fascinante incursión en el arte de la memoria y la sensualidad, donde el autor despliega su inigualable talento narrativo para explorar el hedonismo y la fama. A lo largo de sus 240 páginas, Umbral nos invita a un viaje íntimo a través de una serie de retratos vívidos de personajes que han dejado huella en la cultura y el imaginario colectivo de su tiempo.
En esta obra, los personajes no solo existen por su propia relevancia histórica o social, sino que adquieren una dimensión casi mitológica como "estatuas vivas" en la mente del autor. Entre ellos, encontramos a veteranos de renombre como Camilo José Cela y Fernando Fernán-Gómez, así como a figuras efímeras del espectáculo como Amparo Larrañaga y Leticia Sabater, todos ellos capturados en la efervescencia de su momento de gloria.
Umbral, fiel a su estilo confesional, mezcla la crónica y la ficción para tejer una narrativa donde el deseo y la memoria se entrelazan. Cada episodio está impregnado de una sensualidad palpable, en la que el cuerpo y la fama se convierten en objetos de contemplación y deseo. Es una celebración de los "cuerpos gloriosos", donde el erotismo se convierte en un vehículo para explorar no solo el placer, sino también la efímera naturaleza de la fama.
La obra también ofrece una reflexión sobre el star-system que define épocas y naciones, un sistema que, al igual que los dioses griegos, es tanto venerado como cuestionado. Umbral nos recuerda que, aunque la cultura y la civilización son construcciones transitorias, la necesidad humana de crear ídolos permanece constante. A través de su prosa magistral, el autor nos desafía a reconsiderar nuestra relación con la fama y el deseo, sugiriendo que estos son tanto un tótem como un tabú en nuestra sociedad.
"Memorias eróticas: los cuerpos gloriosos" es más que un simple relato de conquistas amorosas; es una exploración profunda de la condición humana, vista a través del prisma del deseo y la memoria. Umbral nos ofrece una obra que es a la vez un testimonio personal y una crónica cultural, dejando al lector con una reflexión duradera sobre el poder de la memoria y la fragilidad del deseo.