En "Old Spain", José Martínez Ruiz, conocido como Azorín, presenta una obra teatral que combina humor, tradición y modernidad en un pequeño pueblo castellano. La llegada de un excéntrico millonario norteamericano al pueblo, un lugar profundamente arraigado en sus costumbres, provoca una serie de eventos que desatan risas y reflexiones por igual. Este millonario, con su estilo de vida y su manera de pensar moderna, desafía las viejas tradiciones de los habitantes, quienes se ven obligados a confrontar sus propias creencias y formas de vida.
La historia se centra en el choque cultural y generacional que este personaje extranjero introduce en el pueblo. Los habitantes, acostumbrados a su rutina y sus normas ancestrales, se encuentran en medio de una revolución silenciosa que pone a prueba su paciencia y su capacidad de adaptación. Entre situaciones cómicas y momentos de tensión, se desarrolla una crítica sutil a la resistencia al cambio y a la importancia de la apertura mental.
El montaje actual de la obra, dirigido por la cubana Liuba Cid, ofrece una interpretación fresca y divertida del texto de Azorín. Con una puesta en escena original y un elenco joven encabezado por el carismático Flavio Pérez, la obra se reinventa para conectar con el público contemporáneo. La inclusión de elementos modernos, como un inesperado baile de rap, aporta un toque desenfadado que hace de "Old Spain" una experiencia teatral única y atractiva para jóvenes de todas las edades.
La representación, que tendrá lugar en el Centro Cultural Galileo de Madrid, no solo promete ser un espectáculo entretenido, sino también una reflexión sobre el impacto de la modernidad en sociedades tradicionales. Además, esta versión de "Old Spain" viajará a Estados Unidos para participar en el Festival Internacional de Teatro Amateur en Racine, Wisconsin, llevando así una muestra del teatro español a un público internacional.
Con entradas a un precio accesible, "Old Spain" se presenta como una opción inmejorable para quienes deseen disfrutar de una obra que combina el humor con una crítica social relevante, todo ello en el marco de una producción que respeta la esencia de Azorín mientras la adapta a los gustos del público actual.