Sangre en la piscina, originalmente titulado The Hollow, es una de las obras más intrigantes de Agatha Christie, publicada en 1946. En esta novela, el icónico detective belga Hercule Poirot se ve envuelto en un misterioso asesinato durante una reunión social en la mansión Hollow, propiedad de Lady Lucy Angkatell.
El fin de semana prometía ser un retiro placentero hasta que Poirot se encuentra con una escena que parece sacada de una obra de teatro: el Dr. John Christow yace moribundo al borde de una piscina, su sangre tiñendo el agua, mientras su esposa, Gerda, sostiene un revólver. A primera vista, todo apunta a un crimen pasional perpetrado por una esposa celosa. Sin embargo, las cosas no son tan simples como parecen.
John Christow, un médico de éxito, se encontraba en un complicado triángulo amoroso, involucrado emocionalmente con su esposa Gerda, su amante y escultora Henrietta Savernake, y su exnovia, la actriz Veronica Cray. Cada una de estas mujeres tenía razones para desear su muerte. A medida que Poirot profundiza en la investigación, descubre que el arma que Gerda sostenía no es la que disparó el tiro mortal y que las últimas palabras de Christow añaden una capa más de misterio al caso.
La novela es un laberinto de pasiones, secretos y resentimientos. Christie despliega una trama compleja donde cada personaje parece tener algo que ocultar. La habilidad de Poirot para desentrañar los hilos psicológicos y las motivaciones ocultas de los involucrados es puesta a prueba en un ambiente donde cada detalle es un potencial indicio, y cada acción tiene múltiples interpretaciones.
Sangre en la piscina no solo es un desafío intelectual para los aficionados al género policial, sino también una exploración de la naturaleza humana y de cómo las apariencias pueden ser engañosas. Agatha Christie, una vez más, teje una historia donde la tensión y el misterio se mantienen hasta la última página, asegurando una lectura absorbente y sorprendente.