Publicado en 1830, "Sarrasine" es una novela corta de Honoré de Balzac, parte de la vasta colección que compone "La comedia humana". Este relato no solo explora el arte y los artistas, sino que también ofrece un complejo entramado de significados que ha capturado la atención de críticos como Georges Bataille y Roland Barthes. La narrativa nos transporta a una velada en el palacio de la familia de Lanty, donde el narrador, cuyo nombre nunca se menciona, intenta cortejar a la intrigada madame Rochefide. Ella se siente particularmente atraída por la figura de un siniestro anciano a quien todos parecen temer. El narrador aprovecha esta curiosidad para proponerle un trato: le contará la historia de ese hombre a cambio de una cita amorosa. Intrigada, madame Rochefide acepta, y así comienza un relato fascinante.
La narración nos lleva a la Roma de finales del siglo XVIII, donde conocemos a Ernest-Jean Sarrasine, un escultor francés apasionado recién llegado a la ciudad. Una noche, asiste a un espectáculo protagonizado por Zambinella, una cantante de ópera cuya voz etérea lo atrapa de inmediato. Enamorado perdidamente de lo que considera la mujer perfecta, Sarrasine acude noche tras noche al teatro para escucharla y decide inmortalizar su belleza en una estatua. Su oportunidad llega cuando coinciden en una fiesta. Aunque Zambinella no rechaza del todo sus avances, sus respuestas evasivas y misteriosas solo avivan la pasión del escultor, quien llega a tramar un plan para secuestrarla durante una velada a la que ambos asistirán.
El plan de Sarrasine se desploma cuando, al llegar a la reunión, descubre que Zambinella está vestida de hombre y acompañada por un cardenal de la Curia Romana. Un príncipe influyente le revela al escultor la impactante verdad: Zambinella es en realidad un castrato. Sorprendido pero incapaz de contener su obsesión, Sarrasine secuestra a la cantante. En su estudio, Zambinella confirma la revelación. Lleno de ira y confusión, Sarrasine intenta asesinar a quien considera un "monstruo" que ha destruido su ideal de todas las mujeres. Sin embargo, antes de que pueda consumar su venganza, la escolta del cardenal Cicognara irrumpe y mata al escultor.
El narrador concluye la historia informando a madame Rochefide que el anciano siniestro es, de hecho, Zambinella, y añade que los avances de la civilización han erradicado la existencia de los castrati. Esta práctica, que comenzó en 1589 cuando el papa Sixto V interpretó literalmente el pasaje de 1 Corintios 14:34 de la Biblia, buscaba mantener las voces soprano en los coros eclesiásticos. La castración de niños para preservar sus voces era una solución práctica para evitar los costos de formación de nuevos cantores. "Sarrasine" no solo es una historia de amor y obsesión, sino también una reflexión sobre la identidad y las normas sociales de su tiempo.
