"Tentativa del hombre infinito", escrito por el joven Pablo Neruda en 1926, es una obra que se revela como un audaz experimento literario en el que la juventud del poeta chileno no es barrera sino puente hacia nuevas formas expresivas. Alejándose del éxito rotundo de sus "Veinte poemas de amor", Neruda se embarca en un viaje poético que desafía las convenciones gramaticales y estilísticas de su tiempo, eliminando puntuación y mayúsculas, y optando por una disposición libre de sus versos en la página.
Este libro se configura alrededor de un "viaje nocturno", una travesía metafórica que se adentra en la psique y el alma del ser humano. A través de un lenguaje vanguardista, el autor explora temas de desolación, alienación y un anhelo casi místico de comunión con algo más grande que la existencia tangible. La estructura del poema es tan fluida como el pensamiento, una serie de imágenes yuxtapuestas y fragmentos de reflexión que se suceden sin una secuencia lógica aparente, pero que juntas componen un tapiz emocional intenso y evocador.
En "Tentativa del hombre infinito", Neruda se muestra como un poeta en tránsito, buscando una voz que pueda encapsular no solo su visión personal del mundo sino también la complejidad de las emociones humanas en su estado más puro y sin filtrar. La obra es un reflejo de su lucha interna y su pasión por reinventar su arte, un testimonio de su incansable búsqueda de un lenguaje que logre "iluminar las palabras" y transmitir profundidades inexploradas del ser.
Este poema largo es, en esencia, una obra sobre el esfuerzo heroico de un individuo por superar los límites de la expresión humana y alcanzar un plano de existencia infinita a través de la palabra escrita. Con "Tentativa del hombre infinito", Pablo Neruda no solo se consolida como uno de los grandes innovadores de la poesía del siglo XX, sino que también ofrece a sus lectores una ventana hacia las posibilidades ilimitadas del lenguaje cuando se libera de las cadenas tradicionales de la forma y la estructura.