"Travesía de Madrid", publicada en 1966, es la primera incursión novelística de Francisco Umbral, autor reconocido por su prosa deslumbrante y su capacidad para capturar la esencia de la vida urbana. En esta obra, Umbral nos sumerge en un Madrid que, aunque no es amable, está lleno de potencialidad, reflejando una ciudad vibrante y despiadada donde cada esquina ofrece promesas y peligros.
El protagonista de esta travesía es un navajero, un pícaro moderno que recorre las calles de Madrid en busca de sustento. A través de sus ojos, el lector se adentra en un mundo de amoríos fugaces y encuentros fortuitos, donde la vida se vive al filo de la navaja. Este personaje, con su astucia y desparpajo, es un reflejo de la supervivencia en una ciudad que no hace concesiones, y su travesía se convierte en una metáfora de la búsqueda de identidad y propósito.
Umbral desafía las convenciones de la novela clásica al adoptar un estilo audaz y lírico, que captura con precisión la atmósfera de Madrid en los años sesenta. La obra se despoja del realismo imperante en la época, optando por una narrativa que fluye con libertad, llena de metáforas ingeniosas y un barroquismo que ya anticipa la riqueza estilística que caracterizaría sus obras posteriores. Esta primera novela es un preludio al vasto universo literario que Umbral construiría en su carrera.
El Madrid que Umbral pinta en "Travesía de Madrid" es un personaje en sí mismo: una urbe que late con el pulso de sus habitantes, sus calles llenas de historias no contadas y sus noches que prometen tanto peligro como placer. Cada rincón de la ciudad es un reflejo del alma de su protagonista, un lugar donde las esperanzas se entrelazan con las desilusiones, y el destino se escribe con cada paso que se da.
Francisco Umbral, quien nació en Madrid en 1935 y se dedicó a la literatura y el periodismo desde los años sesenta, es considerado uno de los grandes prosistas del siglo XX. "Travesía de Madrid" no solo marca el inicio de su carrera literaria, sino que también sienta las bases para una obra que explora con maestría la complejidad del ser humano y su entorno. La novela es un testimonio de la habilidad de Umbral para transformar la cotidianidad en poesía, y para encontrar belleza en los rincones más oscuros de la vida urbana.