"Una hora de España (1560-1590)" de José Martínez Ruiz, conocido como Azorín, es una obra que trasciende su origen como discurso de ingreso en la Real Academia Española para convertirse en un exquisito artefacto literario. Publicado en 1924, este libro se inserta en la tradición simbolista francesa, alejándose de las características típicamente atribuidas a la narrativa nacional española. Azorín, con su prosa elegante y observacional, ofrece una reflexión profunda sobre la temporalidad y la esencia de España, construyendo una obra que es, en sí misma, un viaje en el tiempo.
A través de una serie de estampas evocadoras, el autor nos transporta al reinado de Felipe II, ofreciendo una meditación sobre la España del siglo XVI. Azorín no se centra en elementos religiosos o políticos, sino que busca capturar la continuidad de una España plural y eterna, donde la vida es concebida como literatura y el tiempo, una sustancia quieta y visible. En este contexto, los paisajes de Castilla cobran vida y los pueblos vetustos se convierten en testigos silenciosos de una historia que, aunque pasada, resuena con fuerza en el presente.
Azorín, con su estilo sobrio y acabado, logra que el tiempo no pase, sino que se quede, girando en el sitio, como un derviche místico que invoca lo divino. Esta intemporalidad de la prosa azoriniana permite que los lectores se sumerjan en una ensoñación cordial, donde la belleza del paisaje castellano y la poesía de sus campos ásperos se revelan como parte del alma de España. Así, el autor trata de explicar y comprender la decadencia de su país, mientras descubre valores que podrían inspirar un renovado orgullo patriótico.
"Una hora de España" es, por tanto, mucho más que un ensayo histórico; es una pieza de orfebrería artística donde la fantasía y la observación, la crónica de viaje y la crítica literaria se entrelazan para ofrecer una obra condensada y luminosa. Azorín invita al lector a reflexionar sobre la esencia de lo español, no solo como un legado del pasado, sino también como una esperanza para el futuro. En este sentido, el libro es un reflejo de la sensibilidad levantina del autor, que busca descubrir y comunicar el alma de España a través de una lente literaria única y atemporal.